miércoles, 12 de marzo de 2014
...........de Pastor...
Empezaré la transición conceptual de esta aventura con uno de los momentos más intensos que he tenido en toda mi vida.
Miro hacia el hipocampo de mi cerebro para proyectar las emociones mas intensas que tuve...
Puedo citar un gol en el estadio en compañía de mi padre y mi hermano. También recuerdo la primera vez que abordé un avión, cuando escuchas a tu hija decir: Papá!
O bien estar en Teotihuacán palmo a palmo sintiendo el magnetismo de mi actual esposa.
Existe una fuerza completamente distante de todo eso. Dista de las leyes del "Método Científico", del trayecto de los cuerpos celestes y también cualquier dogma de alguna antigua civilización que haya tocado esta tierra.
Es el amor sincero que existe hacia la comida. Alguna vez lo plasmó Bernard Shaw sumamente prodigio y acertado en su retórica.
Qué magia nos brinda un buen plato a una buena temperatura, a una hora exacta que ilumine las miradas de dos amantes antes de invocar al placer (en un amplio sentido)
Personalmente les vengo a hablar de algo genuino, algo que trasciende a una nación fuera de sus fronteras. Algo que marca el estado de ánimo de un pueblo.
"Los tacos"
Tremenda creación de la cocina mexicana. Embajadores en cualquier latitud del planeta. Una experiencia completa de sabor, color, y alegría.
Partamos indicando que el taco tiene su médula ósea en la tortilla de maíz, la que es sagrada e irrevocable en cualquier mesa de Tenochtitlán. Con un sabor particular que lamentablemente las palabras distan en su clasificación y que cada lector asume el desafío de salivar a cada párrafo.
Basándome en información que tengo el agrado de reproducir. El taco se inventó entre el 1000 y el 500 A.C. como una especie de cuchara comestible que sustentó la dieta de una de las civilizaciones mas incisivas y magistrales que la historia jamás haya descrito. La cultura Azteca, cuna de tradiciones, excelentes guerreros, ejemplificación de una sociedad inigualable.
Uno de mis amores son los tacos al pastor. La particularidad y esencia que conllevan es la manera en que se preparan en un asador vertical.
Son de carne de cerdo la cual se adoba en un trompo y se les pone cebolla y cilantro. Ahora bien la genialidad se sitúa en la parte superior de la espada que sostiene la carne al incluir la piña que sazona de manera iluminada la carne y obtener un sabor agridulce.
Lo cierto es que este estilo de taco tuvo lugar, sin duda, en el Distrito Federal, donde prácticamente se puede encontrar en cada esquina. Se consumen desde el mediodía hasta la madrugada. (info extraída de La Tacopedia)
Para que la armonía tome vida se aconseja: Carne de cerdo adobada, asada en el instrumento vertical, servida sobre pequeñas tortillas de maíz con un poco de cilantro y cebolla bien picados, salsa de chile chipotle y una rajita de piña por encima la que es dispuesta de manera olímpica como el mejor de esgrimistas para finalizar la obra.
Para maximizar su sabor aplicar limón de pica a gusto y a festejar!
Feli.
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